Dicen que tienes veneno en la piel, y es que estás hecha de plástico fino. Dicen que tienes un tacto divino, y quien te toca se queda con él. Y si esta noche quieres ir a bailar, vete poniendo el disfraz de pecadora, pero tendrás que estar lista en media hora porque sino yo no te paso a buscar. Pero primero quieres ir a cenar, y me sugieres que te lleve a un sitio caro. A ver si aceptan la cartilla del paro, porque sino lo tenemos que robar. Yo voy haciéndome la cuenta de cabeza, y tu prodigas tu sonrisa con esmero; Y te dedicas a insultar a un camarero, y me salpicas con espuma de cerveza. Y aquí te espero en la barra del bar, mientras que tú vas haciendo discoteca. Como te pases, te lo advierto, muñeca, que yo esta vez no te voy a rescatar. Te crees que eres una bruja consumada y lo que pasa es que estás intoxicada; Y eso que dices que ya no tomas nada, pero me dicen por ahí: "que sí, que sí, que sí, que sí", y dicen, dicen... Dices que yo no soy tu hombre ideal mientras hojeas con soltura una revista. Y me pregunto si tendrás una pista o alguna foto de tu "tal para cual".

          Te regalo mis silencios
            Te regalo mi nariz
              Yo te doy hasta mis huesos
                Pero quédate aquí

Destinos imposibles, noches de nunca acabar. Más deseo mas me alejo.