Si bien lo bueno de nuestra piel es que no nos deja huir, en este momento me gustaría estar en la piel de otra persona. Quizás en la tuya. Es que necesito tanto tus señales de vida como a vos para recodar que aún no me olvidaste, para recordar que es un nuevo comienzo, otra oportunidad, un tiempo para tratar de estar mejor. Esto no es el final, estamos empezando a escribir esta historia y es la primer caída de verdad, de las que cuesta levantarse, mirar para adelante y seguir caminando. Probablemente para eso tengamos que sanar ciertas heridas, pero como la violencia no se combate con más violencia, seria absurdo pensar que lastimándonos (más) nos vamos a curar. Es imposible curarse con más y más dolor.
Es la oportunidad perfecta para replantearnos este amor, el peso que tiene en nuestras vidas; es el momento perfecto para recordar cada beso cada abrazo y preguntarnos ¿ nos extrañamos ? Es el momento para sacarnos las caretas esas corazas que pone el corazón, muchas veces llamada orgullo, y que nos importe poco y nada los que dicen los de afuera (esos que si no somos ni vos ni yo, son de palo) y luchar por lo que verdaderamente queremos. Yo lo voy a hacer, ¿ y vos ?
Es una cuestión de darle tiempo a nuestras mentes, porque darle tiempo al tiempo significaría estar mucho tiempo sin vos, y [no] es lo que quiero. Es un tiempo para extrañar tanto nuestros besos como nuestros abrazos, nuestros almuerzos y cenas, siestas y películas. Es un momento para pensar si somos la persona que queremos tener al lado, con defectos y virtudes. Es un momento para salvarnos, ir de la mano con el salvavidas al lado y tirárselo al otro cuando sea necesario. Es un momento para perdonarnos. Nada como ir juntos a la par.
Y si es que el tiempo existe yo quiero compartirlo, si todo es una foto yo quiero estar al lado tuyo. Al lado tuyo quiero estar.
Yo por mi parte me propongo un cambio: tirar de la cuerda hasta que se corta no es la solución, y dejar de hacerlo cuando vemos que estamos hasta las manos tampoco. Tenemos que valorar el día a día, no arruinarlo con cosas sin importancia. Cada uno tendría que preocuparse por enamorar al otro todos los días un poco más, y no quedarnos con lo que hay porque, a veces, no alcanza. Amor que no crece no es amor, y si bien pasamos de semillitas a grandes arboles juntos, tenemos que ser más que eso, un bosque.
A veces pienso que escribir todo esto no sirve, que solo es una herramienta para demostrar mi fragilidad frente a vos, una vez más. Y es que me dominas en todo sentido y me encanta, por eso te extraño por eso te siento tan distante, por eso te amo. Y así tenes el poder para destruirme.